sábado, febrero 04, 2006

Ella y Ana

Bogotá/Interior/Día

Es su tercera cita, como las veces anteriores, Ana se ha preparado tanto física como anímicamente para el encuentro; ahora camina ansiosa hacia aquella casa blanca donde la luz rebotaba por doquier y el bullicio de los niños en el parque se filtra por entre las ventanas.

Frente a la casa Ana timbra suavemente, cree que puede incomodar, la puerta sigue cerrada, vuelve a insistir, por fin abren y aparece Ella: vestida de blanco, sus ojos claros, las pestañas gigantes y con el cabello liso que cae ligeramente sobre y su rostro tierno y saludable que no ha conocido aún el maquillaje. Ella saluda a Ana con un beso en la mejilla, le hace seguir y le pide que la espere unos minutos, Ana asiente con la cabeza y aguarda nerviosa.

Pasan los minutos y por fin le llaman, Ella le dice que se acueste en el sillón, lo que Ana obedece con gran interés, luego Ella enciende la luz se coloca los guantes y con voz grave y un poco ronca le pide que abra la boca. Las palpitaciones de Ana se incrementan, el contacto con los dedos de la doctora le excitan, el movimiento dentro de su boca le hace lucubrar: las dos solas y desnudas en el consultorio, los niños gritando en el parque mientras ella chupa los senos de su doctora, lame sus pezones erectos como un clítoris, invadiendo de saliva tibia todo el pecho de Ella, Ana gime excitada por su imaginación, pero aquellos ruidos se pierden entre el punzante ruido de la fresa.

La doctora ha terminado su labor. Ana abre los ojos en completo estado de conmoción, su entre pierna esta húmeda y caliente mira con dulzura a su doctora y siente que se ha enamorado, sabe que va a descuidar su higiene para verla pronto, mientras tanto seguirá imaginándose a las dos, en este consultorio consumiendo una apasionada practica oral.

9 comentarios:

hoffen dijo...

De por Dios!

jamás tendría una fantasía sexual en un consultorio odontológico, es aterrador, como puede uno pensar tranquilo en pezones con ese sonido de la fresa taladrando tus dientes! por más linda que esté la doctora no lo haría.

Pero la historia es linda, me gusta.

KMO dijo...

Como todas las historias que escribo, ésta también se desprende de una experiencia real.

Y creeme que yo si pude!

Anónimo dijo...

mmmmm, no sé...
Nunca he pensado en mi dentista de manera particular, pero... no mejor no, gracias. ¿qué faltaría?
quitarle la fresa (bien por hoffen), lo blanco y esa sensación de tener algodones en mi boca. mmmmm, no sé...tengo cita en unos meses.

Mr. Hyde dijo...

no comento...

acufimm dijo...

...de experiencias personales, imagino que solo viste un tapabocas azulito que llegado el momento se quitara.

Saludes dear Rat.

KMO dijo...

Afortunadamente para todos, nadie puede vivir la experiencia del otro.

Sin embargo dejenme decirles Dr Jekill y Mr. da o acufimmm yo ne que mierdita... que poca imagícación tienen, me atrevo a decir q sus vidas pueden ser un toque aburridas o me equivoco?!

Anónimo dijo...

-_- Oye! pero tu imaginación si vuela... interesante este blog;
pero... cómo hago para escribir en la cajita? tengo que tener un blog también? Injusto.
En cuanto a las citas medicas, comento cuando tenga la oportunidad de nuevo. Mejor no...
no conoces a mi odontóloga. uch.

KMO dijo...

vica*g, no necesitas tener blog para escribir en la Cajita de Pandora solo colocas tu nombre y el comentario.... y gracias por tu com.

acufimm dijo...

no no se equivoca. freakmo. si fuera más emocionante no leería su blog.