lunes, marzo 27, 2006

Memorias de un lugar

Bogotá/Interior/Noche

No quiere estar allí, solo quiere abandonar todo aquello que le causa daño, dejar que se empolven los espacios en los que en algún tiempo hicieron el amor. La sala se hace inmensa y las habitaciones parecen desiertas, los gemidos y el olor de aquellas largas faenas retumban por todos los recintos. No existen espacios vacíos en la casa.

La chimenea permanece apagada, en la terraza las palomas no han vuelto a escudriñar migajas, la alfombra comienza a perder su color original y las ventanas extrañan el humo del cigarrillo, la marihuana y el sudor de los cuerpos que se entregaban en intensas bacanales.

Pretende cabalgar, llevarse sus recuerdos y dejarlos escondidos en algún lugar profundo, tal vez en un árbol, como lo vio en aquella pantalla de cine, quizás amarrarlos a una piedra y lanzarlos al río. Al final acabara confiándolos en un fugaz encuentro de lujuria contenida, en otro lugar que querrá olvidar de inmediato.